La Batalla de las Termópilas

" Ὠ ξεῖν', ἀγγέλλειν Λακεδαιμονίοις ὅτι τῇδε
κείμεθα, τοῖς κείνων ῥήμασι πειθόμενοι "

"Oh extranjero, anuncia a los lacedemonios que aquí yacemos, obedeciendo las ordenes que nos dieron"

Simónides de Creos

Alrededor del 7 de agosto del año 480 a.C empezaba una de las batallas más legendarias de la antigua Grecia: la Batalla de las Termópilas. Esta batalla se encuentra dentro de la segunda Guerra médica, que enfrentó a griegos y persas.

Para tratar esta batalla he utilizado Historia de Heródoto (libro VII) y la Biblioteca histórica de Diodoro de Sicilia (Libro XI)

Heródoto nos cuenta que después de la Batalla de Maratón (490 a.C), el rey Darío I quería volver a organizar una nueva expedición contra Grecia, organizando un gran ejército. Preparando la expedición, la muerte le sorprendió y subió al trono su hijo, Jerjes I. Según nos cuenta el Historiador, Jerjes no tenía mucho interés en seguir adelante con la expedición contra Grecia, así que Mardonio, su primo, le convenció de seguir con la expedición para vengar a su padre y porque Grecia es una zona fértil. Tras una reunión con Mardonio y Artábano (su tío) y varias apariciones oníricas que le convencen de la importancia de esa expedición, con lo cual, por estas y por otras razones, decide llevarla a cabo.

Por el lado griego, muchos pueblos deciden unirse a la causa persa por la magnitud de la expedición de Jerjes. Como dice Heródoto:

"Entre quienes le habían entregado esos presentes figuraban los siguientes pueblos: los tesalios, los dólopes, los enianes, los perrebos, los locros, los magnesios, los melieos, los aqueos de Ftiótide, los tebanos y el resto de los beocios, a excepción de los tespieos y los plateos. Contra ellos se juramentaron los griegos que entraron en guerra con el bárbaro, siendo términos del juramento los siguientes: todos los pueblos griegos que, sin verse forzados a ello, se habían rendido al Persa, deberían ofrecer al dios de Delfos, cuando la situación se hubiese restablecido favorablemente para los intereses de la Hélade, la décima parte de sus bienes" Heródoto, Historia, Libro VII 

Tal y cómo dice Heródoto, los pueblos griegos que no se unieron a los medos se reunieron en el otoño del 481 a.C en el istmo de Corinto para organizar la defensa. También se reunieron para decidir que iban a defender Termópilas para evitar la entrada de los persas en Grecia.



Mapa que representa la batalla de las Termópilas

En el momento de hablar de los efectivos de cada bando, destaca el de los persas por su magnitud. Heródoto nos habla de 517.610 hombres que participan en la flota, 1.700.000 en infantería y 80.000 en caballería. Son unos números exagerados, teniendo en cuenta que las estimaciones actuales de los historiadores que consideran que toda la expedición era de como máximo 500.000 hombres.

Por el lado griego nos habla de 300 espartanos, 1.000 de Tegea y Mantinea, 120 de Orcómeno, 1.000 del resto de Arcadia, 400 de Corinto, 200 de Fliunte, 80 de Micenas, 700 tespieos, 400 tebanos y 1.000 focenses. Todo eso hace un total de 5.200 hombres. Como general de toda esta coalición encontramos a Leónidas, uno de los dos reyes de Esparta. Heródoto nos cuenta que es un descendiente de Heracles y que según el oráculo de Delfos, un descendiente de Heracles debía morir para que Esparta no fuera saqueada por los persas. Leónidas, creyendo el oráculo, decidió llevar consigo sólo los hombres que tuvieran un hijo ya que pensaba que su muerte era segura. Para justificar los pocos efectivos de los griegos, Heródoto nos dice que en el momento se celebraban los Juegos olímpicos y las Carneas y que por ello cada pueblo enviaba una avanzadilla de sus tropas.


Representación de una falange griega por Perseus Project

De la batalla en sí, Heródoto nos cuenta que primero Jerjes esperó tres días para atacar ya que creía que los griegos huirían ante su gran ejército. Al cuarto día ataca enviando contingentes medos y cisios. Debido a la estrechez de las Termópilas, los medos tuvieron numerosas bajas. Tras la retirada de estos contingentes, envió a los Inmortales (su guardia personal), que obtuvo los mismos resultados que los anteriores. Heródoto nos comenta algunas tácticas espartanas:

"Los lacedemonios, por su parte, combatieron con un valor digno de encomio y, con sus diferentes tácticashacerlo— que sabían combatir perfectamente. Por ejemplo, cada vez que volvían la espalda, simulaban huir, pero sin romper la formación, de manera que los bárbaros, al ver que huían, se lanzaban contra ellos gritando alborotadamente; pero, en el momento en que iban a ser alcanzados, daban la vuelta para enfrentarse a los bárbaros y, con esa maniobra, acababan con una cantidad ingente de persas." Heródoto, Historia, libro VII

Según Heródoto, un pastor llamado Efialtes tuvo una entrevista con Jerjes. En esta, le contó la existencia de la senda Anopea (vigilada por los focenses) para poder vencer así más fácilmente a los griegos. Tras este hecho, inició la marcha hacia esta senda, la cual quedó desprotegida por los focenses porque huyeron al ver la llegada del ejército persa. Cuando los griegos supieron que estarían rodeados y que iban a morir seguramente, muchos de ellos huyeron hasta que sólo quedaron 1.000 hombres (espartanos, tebanos y tespieos). Al día siguiente, sobre las 9-10 de la mañana, Jerjes llevó a cabo el asalto final donde murieron Leónidas y sus hombres.

La versión de Diodoro de Sicilia a la de Heródoto no cambia mucho, aunque sí aporta otras cifras y otros datos que no aparecen en el relato del Historiador.

Diodoro nos habla de una alianza entre cartagineses y persas (hecho que no comenta Heródoto) y que acordaron que los cartagineses atacarían a los griegos de Sicilia y Italia y que los persas atacarían Grecia. En el caso de las cifras, Diodoro nos habla de de 300 espartanos y de 1.000 periecos (hecho que tampoco menciona Heródoto) y otros 3.000 griegos más. También cambia el número de griegos que se quedaron hasta el final, que según Diodoro fueron sólo 500 hombres.


Leónidas en las Termópilas por Jacques Louis David


Comentarios

  1. Se hace normalmente poca crítica de Heródoto y de su capacidad de tergiversar los datos. En todo caso, un artículo muy bien trenzado. Os dejo unos vídeos para ampliar: https://gabrielrosselloblog.wordpress.com/2017/02/20/la-verdad-sobre-la-batalla-de-las-termopilas/

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